Este 6 de Diciembre, el españolismo militante, y también el embozado, el regionalismo y la socialdemocracia moderada o superficialmente “radical”, celebran un nuevo aniversario de la aprobación en referéndum de su Constitución. Un referéndum-trampa al más puro estilo autoritario. Una consulta amañada donde solo se podía optar entre el sí o el sí a la consagración del continuismo franquista pactado, que aseguraba el futuro “atado y bien atado” que anticipó el dictador en su “testamento político”.
Treinta y un años han transcurrido y hoy, como ayer, como desde hace setenta años, los distintos pueblos siguen sometidos al yugo imperialista del mismo imperialismo españolista. Sus naciones permanecen ocupadas, sus derechos negados, sus identidades perseguidas y sus clases trabajadoras explotadas. Nada en lo fundamental ha cambiado. Como durante la dictadura, se nos sigue vendiendo el consumismo alienante y el desarrollismo destructivo como metas vitales. Como durante el franquismo, sólo hay libertad para los adeptos al régimen, de ahí la imprescindibilidad de jurar o prometer hoy la Constitución, como ayer los principios fundamentales del movimiento. De ahí la persecución de delitos de opinión a través de tribunales de excepción, ayer el Tribunales de Orden Público, hoy la Audiencia Nacional. Por eso se prohíben partidos políticos, los derechos ciudadanos se “conceden” y sigue existiendo la autocensura informativa, la clausura y el secuestro de medios de información independientes. Esa es la causa de que la clase obrera permanezca sumida en la esclavitud asalariada y en manos de unos sindicatos neoverticalistas al servicio del sistema. El porqué de que la “izquierda” potenciada sólo se diferencie en las tipologías de opciones reformistas.
En Andalucía más de tres décadas de “constitucionalismo” no ha conllevado ninguna mejora popular de carácter esencial. Los colaboracionistas cometen la desfachatez consciente o la ignorancia inconsciente de comparar la realidad andaluza actual con la del 78, contribuyendo al engaño de los andaluces, al mantener y apoyarse en el mismo discurso del españolismo. Comparad el hoy con el hoy. ¿Qué transformaciones trascendentes han acontecido? Al igual que entonces, Andalucía ocupa los últimos puestos en las estadísticas de desarrollo socioeconómico. Permanecemos siendo los primeros solo en precariedad y paro, en desindustrialización, en concentración y abandono de la tierra, en escasez de infraestructuras. Permanece el robo de nuestras riquezas y nuestro trabajo. Se mantiene la explotación social. El Pueblo Trabajador Andaluz se mantiene alienado en un grado tal que le impide conocerse y reconocerse. Carecemos de derechos colectivos. Nuestro país no es reconocido como tal. Desde una óptica coherentemente soberanista y de clase, nada ha cambiado.
El régimen ha demostrado sus límites. No somos y nunca podremos ser libres, como andaluces ni trabajadores, en esta cárcel de pueblos y finca de explotación extensiva de pueblos llamada España. Sin soberanía nacional y popular solo hay imposición: dictadura. Y a una dictadura no se la mejora, se la combate. No se participa en ella, se lucha contra ella. Llamamos a la responsabilidad. A la unidad por la libertad. Por una República Andaluza de Trabajadores que devuelva su libertad a nuestro pueblo.
¡Por Andalucía libre y socialista!
Andalucía, 6 de Diciembre de 2009
Nación Andaluza – Comisión Permanente
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