jueves, 23 de diciembre de 2010

Nueva agresión por parte de nazis en Almería

Desde la Asamblea Local de Nación Andaluza - Almería queremos mostrar nuestro total apoyo a los/as agredidos/as y denunciar una vez más la violencia nazi en Almería, la permisividad con la que actúan y el silencio mediático de los mass media almerienses.


Desde hace unos meses, concretamente desde el verano, se viene notando un aumento de las agresiones neonazis en Almería capital y provincia que llegaron a su punto más alto la pasada noche del 20 de Diciembre.

Los hechos sucedieron en el centro de la ciudad, en el que un grupo de unos cuantos neonazis subidos en coche atacaron a tres personas, dos de ellas pudieron escapar mientras que la otra fue alcanzada, golpeada con una porra extensible, agredida contra el suelo y subida al coche, en el cuál le pidieron información bajo presión y amenaza de muerte y de agresiones contra él y contra sus amigos.

Después de esto, ya entrada la noche y tras conseguir su objetivo, los agresores se dirigieron a la casa de un compañero antifascista y esperaron en su puerta para atacarle. Le llamaron al móvil advirtiéndole su presencia y dicéndole "Te vamos a matar".

Uno de los agresores ya persiguió a este compañero y a otro más con un machete hace tan sólo unas semanas, en plena calle. Este energúmeno tambíen ha conseguido agredir, perseguir y atemorizar a varios compañeros, siempre con armas o con amigos, claro está.

Del resto de los agresores aún se desconoce la identidad. El coche era blanco, de dos puertas, deportivo y la matrícula también es desconocida, por desgracia.

Además de estos hechos, en el pasado puente otros dos antifascistas fueron perseguidos por cinco neonazis de estética skin.

Hay que acabar con estos delincuentes, y cada vez nos resignamos más a que la justicia no está dispuesta a hacerlo. Mientras tanto cada vez atacan a más inocentes en las calles
de nuestra ciudad y de nuestra provincia, sin que se les responda de ninguna manera.

¡Son nazis, no gamberros!

¡Ninguna agresión sin respuesta!


Almería Antifascista

Comunicado extraído del blog: http://almeriaantirracistayantifascista.blogspot.com/2010/12/nueva-agresion-nazi-en-almeria.html

viernes, 10 de diciembre de 2010

Crónica y vídeos del Día Nacional de Andalucía

El pasado 4 de Diciembre, los andaluces concientes y de conciencia celebramos, un año más, el Día Nacional de Andalucía. El único Día de nuestra tierra. Este año cabe destacar la amplia participación de organizaciones y compañeros, no solo de Málaga, sino desplazados desde muchos puntos de nuestro País, pues la convocatoria poseía carácter nacional. En este 2010 ha sido posible un acto común y amplio, de reivindicación de Andalucía como una nación y de la devolución de su soberanía la Pueblo Trabajador Andaluz. Un acto en el que hemos convergido tanto las distintas organizaciones de la izquierda soberanista, junto con otras fuerzas nacionalistas y de la izquierda andaluza. En el lugar donde fue asesinado García Caparrós, donde se encuentra la placa que recuerda al último andaluz que dio su vida en defensa de su pueblo y su bandera, nos unimos en conmemoración conjunta del Día y en homenaje a un mártir por la causa de nuestro Pueblo.

Reseñemos también la cobardía fascista, capaz de pintarrajear la placa y de hacer pintadas, amparados en la oscuridad y el anonimato de la noche anterior, pero que intentó y no se atrevió a reventar el acto ante la multitudinaria presencia de andaluces. En el comienzo de la intervención de nuestro Coordinador Nacional, se pueden apreciar y escuchar el intento frustrado de boicot de un grupo ultraderechista que, ante la firme respuesta de los concurrentes, se vieron obligados a desistir de su propósito. Debajo de la placa, tapada con una arbonaida, habían realizado una pintada que resume perfectamente los que es el españolismo y lo que podemos esperar de España: “España o muerte”. En realidad la frase debería haber sido: “España es muerte”. Por eso han asesinado ha cientos de miles de compatriotas a lo largo de siglos. Por eso mataron a Blas Infante, a seis dedos o a García Lorca. Por eso murió Caparrós.

A continuación os ofrecemos unas imágenes con distintos momentos del acto. De la colocación floral bajo la placa, de la lectura del comunicado unitario y de las intervenciones de nuestro Coordinador Nacional, Carlos Ríos, y del Portavoz Nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Diego Cañamero.



www.nacionandaluza.info

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Nación Andaluza contra la declaración del Estado de Alerta


Con motivo del plante encubierto de los controladores aéreos, el régimen español se ha terminado de quitar la máscara, dejando al descubierto su auténtico rostro fascista. Su verdadera naturaleza antidemocrática y reaccionaria. Este Estado Español, al igual que todos sus antecesores, ha demostrado su incapacidad de actuar y pervivir sin la utilización de la opresión y la imposición. Esta última muestra no constituye la excepción a una regla sino la regla de una tradición. Una vez más, la idea de España se muestra como el pretexto de una maquinaria imperialista que facilita la ocupación de las naciones, el sojuzgamiento de los pueblos y la explotación de sus clases trabajadoras mediante el ejercicio del terror de estado y la amenaza militar.

Históricamente, España solo ha sido una entelequia sangrienta, y el españolismo una ideología utilizada como instrumento de las élites dominantes para asegurar sus intereses de explotación y robo institucionalizado sobre los pueblos trabajadores peninsulares e insulares, de su perpetuación mediante unos estados españoles asentados en la violencia y el miedo institucionalizado. En Andalucía lo sabemos bien. Lo venimos padeciendo desde hace siglos mediante instituciones creadas ex profeso para el control y represión de la disidencia larvada del Pueblo Trabajador Andaluz, como la Inquisición y la Guardia Civil, o a través del Ejército, cuando se mostraba de forma abierta, generalizada o incontenible. Ese Ejército aún hoy garante de su “orden”.

No debemos caer en la trampa cegadora del Sistema. Con independencia del carácter corporativista y privilegiado de los controladores aéreos, por encima de la razón o sinrazón de sus reivindicaciones, más allá de lo acertado o desacertado de sus estrategias o de los perjuicios ocasionados por las mismas, el hecho incuestionable y fundamental, el realmente trascendental, es que el Estado Español se ha enfrentado a un colectivo de trabajadores obligándoles a retornar a sus funciones por la fuerza y manu militari. Que se les ha militarizado y se les ha puesto bajo jurisdicción militar, convirtiendo a civiles en soldados de facto, quedando bajo el mando de oficiales y sujetos a sus leyes penales y disciplinarias. Que les han amenazado con ser acusados de “sedición” y de desobediencia a órdenes de la superioridad, lo que, conforme a la legislación castrense, les puede conllevar penas de prisión de hasta ocho años.

Esta actuación solo es la última de toda una serie de determinaciones que demuestran el peligrosamente acelerado camino involucionista emprendido por el régimen en la última década, hacia posicionamientos cada vez más manifiestamente dictatoriales. La aprobación de legislaciones restrictivas de derechos fundamentales, como la ley de partidos o la de inmigración, o la interpretación retrógrada de las libertades ciudadanas como algo que se concede en lugar de algo que se ejercita, son muestras palpables. Pero con la declaración del Estado de Alerta para acabar con una protesta obrera se ha desechado el camuflaje, apostando sin disimulo por un abierto autoritarismo. Estas medidas conllevan un salto cualitativo represivo extremo, hoy aplicado a unos pero que mañana podría ser extensible a otros. La ambigüedad y amplitud de aquello que puede ser considerado como “esencial” lo permitiría. Al igual que bastaría con otra “interpretación” de la ley de partidos para declararnos a todos “ilegales” mediante ella. Así comenzó en el pasado el fascismo, aplicando leyes preexistentes. Esta actuación gubernamental solo es un ensayo del Sistema de cara al futuro, ante la evidente prolongación y acentuación de la crisis y la previsible respuesta popular. Todos los fascismos, todos los reaccionarios, siempre se han amparado en supuestas excepcionalidades y han invocado la defensa del interés general, el Estado, el orden, la paz y la “normalidad” para justificar sus actos represivos contra las clases populares

Ahora adquiere su verdadero significado la creación reciente de la Unidad Militar de Emergencias (U.M.E.). Si hasta ahora la U.M.E. se había introducido tímidamente en la sociedad civil, esta vez los efectivos de la U.M.E. han sido los primeros enviados a aeropuertos civiles para tomar el control de una situación que “se le iba de las manos” al gobierno español. La militarización de la vida pública es el objetivo de esta instancia militar como avanzadilla de la cultura castrense que es tan cercana a la propia idea de España como estado imperialista. Estas son sus verdaderas “misiones humanitarias”.

Pero aún peor que las actuaciones de estos nuevos aprendices de dictadores, es el silencio o las manifestaciones complacientes de la izquierda institucionalizada. De las organizaciones políticas, sociales y sindicales que viven plácidamente a la sombra de este régimen neofranquista a cambio de proporcionarle la fachada de respetabilidad necesaria para aparentar la existencia de democracia. Esos que en lugar de luchar por la transformación social solo buscan votos para formar parte del poder. O esos otros que en lugar de encabezar la lucha popular y organizar nuevas huelgas generales se dedican a aparentar acción y a ganar tiempo recogiendo firmas. Cada vez es más obvio que este Estado no persigue la violencia sino la disidencia, que no defiende a los trabajadores sino que les controla, que no protege derechos y libertades sino que las coarta, que vivimos una pseudo-democracia vigilada, y que lo afirmado solo puede ser negado desde la ignorancia alienada y desclasada o desde la complicidad traidora.

Nación Andaluza exige la derogación inmediata del Estado de Alerta, así como la de todas las normativas y legislaciones restrictivas de las libertades, limitadoras de los derechos ciudadanos de expresión, asociación, manifestación, residencia, huelga, etc. Así mismo, hacemos un llamamiento a las organizaciones sociales y políticas de la izquierda soberanista, revolucionaria y anticapitalista andaluza a la rebelión contra esta medida y a la inmediata movilización contra la misma. Entre todos tenemos que parar y dar una respuesta contundente al avance de este nuevo fascismo en ciernes antes de que sea tarde. Los fascismos lo son no por su autoadcripción, sus formas o nomenclaturas, sino por sus acciones, objetivos y valores. Aprendamos de la historia antes de condenarnos a revivir aquello por lo que ya pasaron anteriores generaciones.

¡Por los derechos y libertades del Pueblo Trabajador Andaluz! ¡Por los derechos y libertades de todos los pueblos trabajadores! ¡Por Andalucía libre y socialista!

Nación Andaluza – Comisión Permanente

domingo, 5 de diciembre de 2010

4 de Diciembre, Día Nacional de Andalucía: “Es la hora de comenzar la lucha andaluza de liberación”


“Es la hora de comenzar la lucha andaluza de liberación”

Hace treinta y tres años, un 4 de Diciembre de 1977, tras siglos de guerra, ocupación, represión y alienación, y tras la larga noche del fascismo, a la primera oportunidad que les fue brindada, más de un millón y medio de andaluces inundaron las calles de las distintas poblaciones del país en un espontáneo despertar de autorreconocimiento como pueblo, de nuestro orgullo de ser andaluces, y en un ejercicio colectivo de dignidad y lucha. Millones de puños se levantaron ese día en exigencia de nuestros derechos nacionales y sociales. Millones de bocas exclamaron a favor de nuestra libertad. De la devolución y la posesión de nuestra capacidad de ser nuestros propios dueños. Todo ello se resumía en una misma palabra y reivindicación: autogobierno.

Los políticos e intelectuales al servicio del sistema capitalista y el estatalismo españolista, embaucaron a nuestro pueblo haciéndenle creer que el mantenimiento de las instituciones franquistas, revestidas de meros cambios formales, suponía una democracia real, y que una mera descentralización era equiparable a un autogobierno efectivo. Así dio comienzo la más reciente historia de nuestra nación: la de la Andalucía monárquico-constitucional y estatutaria. Pero tras más de tres décadas de “autonomía de primera”, dos estatutos y varias “modernizaciones”, en lo esencial estamos donde estábamos. Tanto entonces como ahora siempre hemos ocupado los últimos puestos en todos los índices estadísticos estatales de prosperidad y bienestar. Solo somos los primeros en paro, carencias, falta de oportunidades y perspectivas.

Esta situación de Andalucía no es casual o coyuntural, sino estructural y permanente. No es consecuencia de quién dirige, las leyes que rigen, el “grado de competencias” o la cantidad presupuestaria manejada por nuestros gobernantes. En realidad constituye la lógica consecuencia de dos hechos fundamentales; por un lado el de ser una nación ocupada, esquilmada y sojuzgada, y por otro al del papel asignado por el imperialismo español a nuestro país como colonia interior estatal. En estas dos circunstancias está el origen de nuestras problemáticas, pasadas y presentes. Sin su erradicación, sin acabar con esos porqués, permaneciendo en la dependencia política y económica, careciendo de libertad colectiva y capacidad de decisión exclusiva sobre nosotros y nuestra tierra, sin un poder popular andaluz, sin soberanía, nada cambiará. No habrá nación ni pueblo. No habrá futuro para las clases populares andaluzas.

Ahora más que nunca, en el contexto de la crisis provocada por el capital especulativo, aprovechada por el capitalismo español e internacional para acentuar sus políticas neoliberales y de retroceso de los ya de por sí escasos derechos y libertades ahora existentes, la posesión y el ejercicio de su soberanía por parte del Pueblo Trabajador Andaluz se revela como el único instrumento con el que este puede contar para dar un cambio radical a su situación. La lucha por nuestra libertad, por nuestra soberanía, no puede entenderse como un elemento de combate más, desdeñable o secundario, sino que debe primar sobre cualquier otro, pues están en relación de dependencia con ella.

La lucha soberanista debe constituirse en el eje vertebrador sobe el que hacer girar toda política revolucionaria en nuestra tierra. En Andalucía no puede haber lucha democrática, antifascista, anticapitalista, antiimperialista, internacionalista o socialista, sin lucha soberanista. Cualquier otro objetivo pasa y se asienta sobre la previa recuperación de nuestra libertad colectiva. Por ello, en nuestro Día Nacional, Nación Andaluza reitera nuevamente su llamamiento a las organizaciones políticas y sociales de la izquierda nacional andaluza, a la responsabilidad ante los difíciles momentos por los que atraviesa nuestro pueblo. A anteponer los intereses populares y la coherencia ideológica, trabajando en la concreción y conformación de una unidad de acción de la izquierda soberanista en torno a cuatro objetivos básicos: la superación del marco continuista constitucional y autonómico, la ruptura democrática con el neofranquismo, el reconocimiento de nuestra nación y la completa e incondicional devolución de su soberanía a nuestro pueblo. Es la hora de comenzar la lucha andaluza de liberación. De avanzar hacia nuestra república, la República Andaluza de Trabajadores.



¡Por la liberación del Pueblo Trabajador Andaluz!

¡Por la República Andaluza de Trabajadores!

¡Por la independencia y el socialismo!


Nación Andaluza – Comisión Permanente

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tongo en el Ayuntamiento de Almería


En la imagen adjuntada, se puede comprobar cómo las cosas no han cambiado tanto en la ciudad de Almería, con hechos como el que venimos a difundir, se constata una situación que pareciera de otros siglos, eligiendo a funcionarios según la relación que tengan con los políticos de turno.

Esta es la "Andalucía imparable" del títere andaluz del neo-colonialismo español. Imparable de corrupción, enchufismo y falta de oportunidades.