La socialdemocracia españolista ha mostrado, una vez más, su autentica naturaleza de servidores del Capital. A la vez que el sindicalismo neo-verticalista del régimen se ha arrancado el disfraz de obreros, evidenciando su verdadera cara de desvergüenza, entreguismo y traición. El mensaje de estos capataces políticos y sindicales al servicio del Sistema es claro. Para ellos, “ser responsables” significa otorgar impunidad a los culpables y castigar a las víctimas. Los recortes sociales y salariales aprobados por el gobierno estatal, secundados por la Junta de Andalucía y sostenidos por CC.OO. y UGT mediante la contención social, suponen condenar a obreros y clases populares a pagar las consecuencias de las actuaciones especulativas financieras del capitalismo estatal e internacional.Ni una sola medida se ha tomado para poner el más mínimo coto o impedimento al Capital para continuar con sus conductas antisociales. Todo lo contrario. Pero el conjunto de medidas anunciado es coherente con la trayectoria de un gobierno español que viene planteando constantes retrocesos de los derechos de los Pueblos Trabajadores bajo su yugo desde sus inicios. Ya lo hizo anteriormente con la Reforma Laboral de 2006, el retraso en la edad de jubilación y la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social. Lo hace, y seguirá haciendo con la nueva Reforma Laboral y nuevos “paquetes” de recortes que preparan con patronal, CC.OO. y UGT.
Queda al descubierto la ingenuidad y sinrazón de quienes confiaban en “giros a la izquierda” del PSOE o del sindicalismo oficial, propugnando propiciarlos uniéndose a ellos. Los capataces no se oponen a sus señores, gestionan sus intereses. Las medidas adoptadas suponen un apoyo incondicional al filibusterismo capitalista a costa de los obreros y resto de sectores populares. En este contexto, hemos asistido a la enésima representación de una conocida obra teatral, la del “diálogo social”, a través de la que CC.OO. y UGT aparentan “desacuerdos” que, en realidad, son cortinas de humo para confundir, paralizar y desmotivar a los trabajadores. Los paros anunciados en la función pública, previamente pactados con el Poder, no suponen un paso hacia la huelga general, sino un sucedáneo contra ella. Mediante sus acciones no pretenden impulsarla ni avanzar hacia ella, sino imposibilitarla. Se ponen al frente para frenarla y, si no es posible, minimizarla fomentando la división de la clase obrera entre “afectados” y no afectados, cuando las medidas puestas en marcha repercuten negativamente, directa o indirectamente, en todos los trabajadores y clases populares.
Ha llegado el momento de la responsabilidad y el protagonismo para el sindicalismo andaluz de clase. De ponerse al frente de la lucha del Pueblo Trabajador Andaluz en defensa de sus derechos e intereses sociales. El sindicalismo revolucionario andaluz tiene que dar muestras decididas de madurez y resolución. De estar a la altura del momento histórico. De ser capaz de supeditar los intereses y necesidades propias a las del pueblo. De mirar cercanías en lugar de divergencias y anteponer coincidencias a disparidades. De dar pasos decisivos hacia una unidad de acción concreta y efectiva, capaz de hacer frente a las embestidas del Estado y del Capital, organizando y encabezando la autodefensa y la lucha obrera y popular. La huelga general no va ser nunca una realidad gracias a CC.OO. y UGT, sino a pesar de ellos.
Desde Nación Andaluza hacemos un llamamiento a la totalidad del sindicalismo anticapitalista de nuestro país, tanto a los sindicatos generales como al resto de organizaciones sindicales combativas existentes en zonas geográficas determinadas, sectores de producción concretos o empresas específicas, a la coordinación de fuerzas y esfuerzos. A la constitución de un bloque unitario del sindicalismo de clase andaluz, de forma exclusiva y autónoma, que no solo no espere nada del sindicalismo del régimen, sino que le desenmascare, se enfrente a el y le reste influencia entre los trabadores, articulando y abanderando las movilizaciones que desemboquen en una huelga general nacional, en respuesta a las agresiones del Estado y el Capital.
¡Contra el Estado y el Capital, lucha obrera y poder popular!
¡Hacia la huelga general, protagonismo y unidad sindical!
¡Por Andalucía libre y socialista!
Nación Andaluza – Comisión Permanente
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