Una vez más, los que nos negamos a rendirnos ante la barbarie españolista, tenemos que volver a mostrar nuestra indignación por la represión ejercida contra el heroico y admirable Pueblo Trabajador de Euskal Herria, ejemplo de resistencia, dignidad y coraje en defensa de su libertad, inmerso en un estado de excepción encubierto, amparado por el silencio cómplice de aquellos que llamándose demócratas, incluso “de izquierdas”, prefieren mirar para otro lado porque, en realidad, no tienen más ideología que la del pesebre, ni más ética que la cobardía.
Ante las últimas detenciones de patriotas vascos, manifestamos, como en anteriores ocasiones, nuestra solidaridad con la izquierda independentista vasca, así como nuestra más firme repulsa ante estas actuaciones. Exigimos su libertad inmediata y el cese incondicional de la persecución, los juicios y los encarcelamientos políticos, contra la legítima oposición popular a un Estado Español impuesto.
Pero no solo es el Pueblo Trabajador de Euskal Herria el afectado por la represión institucional. Aragoneses, asturianos, castellanos, canarios, catalanes, gallegos; todos aquellos que no se resignan ni conforman, que se mantienen en pie y perseveran en la lucha contra el españolismo, el fascismo y el capitalismo, por sus derechos nacionales y sociales, la han sufrido, en una u otra medida. Y los andaluces no hemos sido una excepción a esa execrable regla. Además de las diversas detenciones de jóvenes independentistas, o de nuestra compañera Juana Orta, las intervenciones policiales contra las justas movilizaciones promovidas por el Sindicato Andaluz de Trabajadores en los últimos meses, son la prueba irrefutable.
Estamos asistiendo a un acelerado proceso de involucionismo por parte de este Estado de hecho, que no de derecho, hacia cotas de autoritarismo semejantes a las habidas con anterioridad a la muerte del Dictador. La existencia de leyes como la de partidos, de tribunales de excepción como la Audiencia Nacional, la práctica de teorías aberrantes como la de la “contaminación” o el “entorno”, la persecución por delitos de opinión, el constante aumento en las restricciones de derechos y libertades, las legislaciones contra la inmigración, etc., constituyen algunas de las muestras palpables e indiscutibles de la gravedad de los hechos.
Ya no basta con la denuncia. Las palabras no son suficientes para acabar con esta situación. Ha llegado el momento de actuar. De levantarnos contra ella. Ni un día más sin la derogación de todas las normativas cercenadoras de los más mínimos y elementales derechos y libertades. La vigencia de las mismas imposibilita permanecer impasibles o limitarnos a declaraciones meramente formales.
Nación Andaluza hace un llamamiento a todas las fuerzas y colectivos políticos, sindicales y sociales, a la unidad de acción contra la represión y a favor de los derechos civiles y democráticos. Constituyamos plataformas unitarias de denuncia y lucha en defensa de los mismos. Despertemos y pongámonos en movimiento antes de que sea demasiado tarde. La Historia nos muestra que aconteció cuando no se comprendió a tiempo la importancia y trascendencia de los acontecimientos: la llegada del fascismo. Unámonos y hagamos. Este combate es de todos y es para todos.
¡Por la libertad y contra la represión, unidad y acción!
¡Por Andalucía libre y socialista!
¡Por la libertad y el socialismo para todos los pueblos!
Nación Andaluza - Comisión Permanente
Andalucía, 16 Octubre 2009
www.nacionandaluza.info
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