jueves, 9 de abril de 2009
9 de Abril, Día del genocidio al pueblo andaluz y de la resistencia identitaria
9 de Abril. Día del genocidio al Pueblo Andaluz y de la resistencia identitaria
Este 9 de Abril se conmemoran los cuatrocientos años del Decreto de Expulsión de los moriscos (9 de Abril de 1609). Dicha actuación, que en Andalucía fue oficialmente dada por realizada y terminada solo cinco años después, en 1614, supuso la culminación del proceso de genocidio físico e identitario iniciado contra el Pueblo Andaluz tras la caída del último reducto de nuestra Soberanía Nacional, Granada. El prolongado periodo de invasión y colonización de nuestro País, iniciado en 1224 con la entrada por Despeñaperros y la progresiva ocupación del Valle del Guadalquivir, quedó concluso el 2 de Enero de 1492 con la conquista de la ciudad.
La necesidad de mano de obra del ocupante conllevó por su parte una doble política represiva: Por un lado de exterminio físico selectivo, centrado en los sectores más combativos y, por otro, de alienación y asimilación de las capas más dúctiles de la población. Si el mito de la invasión árabe fue la base justificativa de la conquista de nuestra Nación, el del morisco es el ocultador del genocidio padecido por nuestro Pueblo durante siglos. Así como la Andalucía “árabe” era la Andalucía independiente, posteriormente los moriscos de la Andalucía ,ahora si invadida, no eran más que el Pueblo Andaluz resistente, el sector poblacional que se negó a la rendición y al sometimiento, manteniendo viva la lucha contra el invasor y persistiendo en vivir según su propia identidad étnico-cultural.
Tras más de cien años de levantamientos del Pueblo Andaluz contra el militarista imperialismo de la Aristocracia Castellana, era palpable el fracaso de la españolización de Andalucía y la posibilidad de pérdida de una posesión tan esencial para el Imperio como nuestro País. Por eso, al igual que hoy se aplica en Palestina, se impuso una “solución final”: la desaparición de los moriscos. Solo mediante el extermino de esa parte de los andaluces sería posible asentar y perpetuar el dominio sobre nuestra Nación. Por ello, el 9 de Abril de 1609, se decretó su expulsión.
Pero, desde el exilio y la resistencia interior, la rebeldía andaluza permaneció viva a través de la organización clandestina y las acciones de guerrilla: los “ataques piratas berberiscos”. Continuaron, además, distintos intentos insurreccionales, como el de Tahir al Hur y, a lo largo de los siguientes siglos, mediante otras formas de resistencia social, como el bandolerismo, el cantonalismo o las luchas jornaleras. No obstante, esas muestras de dignidad y amor a la tierra fueron sucumbiendo ante el potencial político-militar del poder euro-españolista. Desde el siglo XVIII, la historia del Pueblo Andaluz es la crónica de un paulatino desarraigo identitario. Del olvido inducido de nosotros mismos y, como consecuencia, también por nosotros mismos. Pero, a pesar de todo, de tanto y de tantos, no han podido con nosotros. El movimiento de liberación nacional y social andaluz pervive.
Nación Andaluza exige el público resarcimiento de aquel genocidio contra nuestro Pueblo por parte del gobierno españolista, mediante el reconocimiento de los hechos, y la consideración como andaluces, de todos los descendientes de nuestros compatriotas forzados al destierro. Consecuentemente, el de su derecho al libre e incondicional retorno a su País de origen, siéndoles otorgada la ciudadanía de pleno derecho, dejando así de ser tratados como extranjeros en la tierra de sus padres. La restitución de su derecho, arrebatado hace cuatrocientos años, a ser andaluces y a vivir en Andalucía.
Hoy, el ejemplo de aquellos antepasados sigue más vigente que nunca. Por ello hacemos un llamamiento a los verdaderos andaluces de conciencia y sentimiento actuales, a ser dignos herederos morales de la lucha de nuestros ancestros moriscos, de aquellos andaluces que prefirieron morir de pié antes que vivir arrodillados. A ser continuadores de su ejemplo de inquebrantable entrega y coherencia en la lucha por la libertad de Andalucía, por la salvaguardia de nuestra cultura, nuestra sociedad y nuestros derechos colectivos. De nuestra soberanía nacional y social.
Desde N.A consideramos que el 9 de Abril debe ser recordado y conmemorado por los nacionalistas andaluces, no solo como la fecha que simboliza el Día del Genocidio contra nuestro Pueblo, sino también como el de la resistencia contra el asimilacionismo político-cultural españolista. El de la reivindicación de nuestras raíces. El de la recuperación de nuestra propia identidad. El Día, en definitiva, de la lucha por nuestro deseo, como dejó plasmado Blas Infante en nuestro Himno Nacional, de “volver a ser lo que fuimos”: Andaluces y libres.
¡Independencia y socialismo! ¡Por Andalucía libre!
Nación Andaluza - Comisión Permanente
http://www.nacionandaluza.info/3.html
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