martes, 27 de julio de 2010
Nación Andaluza ante la polémica en torno a CajaSur y la “caja única”
Ante la reciente absorción de la caja de ahorros cordobesa CAJASUR por la entidad vasca BBK y el debate suscitado sobre los supuestos beneficios para nuestro pueblo de la existencia de una “caja única” andaluza, Nación Andaluza quiere manifestar:
Que el proceso anexionador de CAJASUR, aunque se camufle manteniendo la marca, viene a significar un paso más en la línea de expolio económico, ambiental y humano al que el imperialismo español somete a nuestro país. La entrega de CAJASUR a BBK forma parte de la “lógica” de un sistema que mantiene a nuestra tierra como colonia interior al servicio de intereses ajenos y opuestos a los de nuestra Nación y sus clases populares. Esta actuación enajenadora, impuesta por una institución foránea, el Banco de España, es también la coherente consecuencia de aplicar el Estado las recetas ultraliberales ordenadas por el BM, el FMI y la OMC, que no cambian cualitativamente, pero si aceleran, en la actual coyuntura de recesión económica y descenso de las ganancias de la patronal, los procesos de expolio que el españolismo ejerce en Andalucía, vampirizando las plusvalías que genera el trabajo de l@s andaluces/zas.
Esta operación supone, además, la utilización de una porción del mercado financiero, andaluz, del ahorro y los beneficios que genera, como “moneda de cambio” para comprar el tradicional apoyo de un sector del regionalismo pseudo-nacionalista vasco para la estabilidad y el consenso sobre el Gobierno Central de turno, actualmente el de ZP, y el propio Estado Español impuesto. Si, por un lado, el gobierno socialdemócrata españolista del PSOE está pasando apuros debido a la coyuntura económica y su obediencia al Capital, por otro, de forma estructural, el propio Estado está acuciado, de forma creciente, por las dinámicas independentistas que cada vez están secundando sectores populares más amplios de los Pueblos Trabajadores vasco y catalán.
Desde Nación Andaluza no lamentamos la “pérdida” de CAJASUR, una entidad ligada estrechamente a la iglesia, por tanto al Estado Vaticano, y que, como el resto de cajas andaluzas, poco ha hecho en los últimos 30 años para fortalecer el tejido productivo andaluz. No podía ser de otra forma estando todas ellas, no en las manos del Pueblo Andaluz, sino de una burguesía cómodamente instalada en la dependencia de España y en la explotación de la clase obrera andaluza en condiciones draconianas, así como en las de de una clase política y sindical parasitaria y servil, que juega el traicionero y denigrante papel de gestores y capataces de nuestra negación, ocupación, opresión, subdesarrollo y alienación, como funcionariado colonial autóctono de un protectorado.
La cajas de ahorros contemporáneas, aún manteniendo formalismos como carecer de accionistas o no repartir dividendos, apenas tienen relación, más allá de lo nominal y superficial, con aquellos montes de piedad y cajas de beneficencia decimonónicas, reconvertidas por la socialdemocracia largocaballerista y el corporativismo franquista en un supuesto híbrido entre practica bancaria capitalista y “social”. Actualmente, las cajas conforman un elemento esencial del sistema financiero del régimen. CAJASUR, como el resto de cajas “andaluzas”, ha reproducido e impulsado el modelo explotador de economía subsidiaria y extractiva que el capitalismo españolista ha impuesto al Pueblo Trabajador Andaluz. Ninguna ha fomentado una economía popular o ejercido de andaluza. Para todas ellas, la territorialidad solo ha sido un accidente geográfico.
Si la actitud de estas cajas “andaluzas” hubiera sido otra, hoy nuestro país no sufriría una de las tasas de paro más altas del Estado Español y la Unión Europea, junto con una precariedad galopante y una renta per cápita que es el 77% de la estatal. El papel de las cajas andaluzas no ha sido el de fortalecer nuestra economía conforme a los intereses de nuestro pueblo y nuestra tierra, aún dentro de los escasos márgenes que ofrece el actual marco político y económico, vertebrándola y contrarrestando la dependencia secular a la que nos somete España. Al contrario, como hemos visto en la última década, estas cajas se han limitado a maximizar beneficios invirtiendo en los sectores más especulativos y depredadores de nuestra economía: la construcción y el turismo. Además, su papel ha sido primordial en el sostenimiento del status quo político, regalando millones de euros en concepto de préstamos jamás devueltos a los partidos del régimen. Como ejemplo, CAJASUR perdonó al PA 358.000 euros en 2007 y mantiene una deuda con IU de más de 2,2 millones desde hace diez años. UNICAJA perdonó en 2008 1,8 millones a IU, y el propio Braulio Medel condonó 300 millones de Ptas. en 1991 al PSOE, contribuyendo al sostenimiento de las redes clientelares, a las dádivas y prebendas del Sistema en pago por mantener al pueblo en la ignorancia.
Andalucía necesita una economía al servicio de sus propias necesidades, a las de nuestro pueblo. Una economía, un sistema productivo, comercial y cambista, basado en el desarrollo y la solidaridad, no en la explotación. En los beneficios comunes, no en los individuales. En la transparencia y el sometimiento a las demandas y exigencias de de las clases populares, mediante su control directo, exclusivo y efectivo sobre las instituciones económicas y financieras, no a la inversa, como sucede actualmente. Un “mercado” al servicio de la sociedad andaluza y no una sociedad andaluza al servicio del “mercado”. Un nuevo modelo económico diametralmente opuesto al actual, al que nos ha arrastrado a esta situación. En este sentido, la cuestión financiera andaluza no radica en tener una “caja única”, donde está su sede, o cual es su “obra social”. No es problema de tamaño, ámbito, adjetivación, mecenazgo o caridad, sino de fundamentos conceptuales, de bases y políticas de depósitos, inversiones, crediticias y monetarias.
Lo que el Pueblo Trabajador Andaluz requiere no es una “caja única”, y menos bajo la nueva y antipopular ley de cajas, sino una Banca Nacional Andaluza, pública y bajo su control, basada en la total eliminación de las prácticas usureras propias del capitalismo especulativo-financiero, tanto de bancos como de cajas, se llamen como se llamen, y tengan el tamaño y el ámbito territorial que tengan. Una Banca Nacional Andaluza, propia y popular, dedicada en exclusividad a gestionar los capitales generados por el esfuerzo productivo, la riqueza y los ahorros andaluces, haciéndolos reverter, en su totalidad, en el beneficio social y la prosperidad colectiva. Esta tipología de banca social nacerá de la expropiación nacional del sector financiero andaluz, especialmente de las cajas de ahorro, pero será un proyecto inabordable e inalcanzable sin posesión y ejercicio de nuestra soberanía. Es absurdo e irreal abogar por nacionalizaciones en una nación jurídicamente inexistente, o por estructuras y organismos comunales solidarios dentro del sistema capitalista. Para posibilitarlo, antes debe haber un Poder Popular Andaluz, una Republica Andaluza con plena soberanía nacional y social.
Nación Andaluza, la organización política de la izquierda independentista, manifiesta que este episodio pone de relieve, una vez más, la imperiosa necesidad de priorizar la lucha por la recuperación de nuestra soberanía nacional y popular. Tener la capacidad exclusiva de decisión sobre nuestro presente y nuestro futuro, sobre nuestro propio país, nuestra tierra, nuestra economía y nosotros mismos, es la única posibilidad de transformación real y radical de nuestra realidad. Sin la previa posesión de nuestra libertad para hacer y decidir, nada cambiará ni será posible cambiar. Resulta ineludible avanzar en la construcción de las herramientas políticas, sociales y laborales que propicien una Andalucía de l@s trabajadores/as andaluces/zas libres a través de la tenencia y ejercicio de su soberanía. Dar la espalda y acabar con la falsa democrática y “autonómica”, apostando y dando pasos hacia un proceso rupturista y constituyente, basado en la convergencia de actuación y en la claridad unívoca de posiciones y mensajes políticos de las fuerzas anticapitalistas y soberanistas andaluzas en este sentido, sintetizado en la reivindicación de una República Andaluza de Trabajadores.
¡Por Andalucía libre y socialista!
Nación Andaluza – Comisión Permanente
http://www.nacionandaluza.info/comunicados/27%2007%2010.html
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